Cuando analizamos un conflicto hay muchas herramientas a las que podemos recurrir para alcanzar una buena comprensión del mismo y, de esta forma, poder llegar a una solución que responda a las necesidades reales de las partes en conflicto. Una de las herramientas más socorridas por su relativa facilidad de aplicación és la identificación de las PIN, es decir, de las posiciones, los intereses y las necesidades de las partes en conflicto. Para ilustrar su funcionamiento lo expondré con el conflicto entre China y Japón en relación a las islas Senkaku o Diaoyu.
Disclaimer: esto no será un análisis en profundidad de este conflicto, sólo se verá reflejada una pequeña parte para el propósito de esta entrada: ver cómo podemos aplicar el análisis PIN a conflictos de muchos tipos.
Para hacer el análisis PIN nos podríamos imaginar esta herramienta como un iceberg o cómo una cebolla: la parte visible son las posiciones, la parte que la sucede son los intereses y la parte más profunda son las necesidades. Tal que así:

Así pues, cómo podemos aplicar esto al conflicto antes mencionado? Pues habitualmente elaboraríamos un análisis para cada uno de los actores del conflicto, pero en este caso resultó que, a grandes rasgos, coincidió el análisis para cada Estado, que quedó en lo siguiente:
- Posición: reclaman la soberanía sobre las islas principalmente por motivos históricos
- Intereses: el control de la zona de las islas y adquisición de recursos, con los beneficios económicos que ello implica
- Necesidades: obtener mayores recursos alimentarios y energéticos (reduciendo la dependencia energética del exterior), mayor ZEE, mostrar la hegemonía en la región (son los dos Estados más poderosos de Asia).
Como veis, a medida que profundizamos en las capas PIN podemos entender mejor el por qué de un conflicto y lo que significa para las partes implicadas. La facilidad de aplicación de esta herramiente facilita el análisis de conflicto, aunque requiere de una buena búsqueda y selección de la información proporcionada por las partes. La información que nos porporciona puede usarse no sólo en una mediación, sino también en otras situaciones, como una negociación.