Sobre Mediación y Confucio

Hace tiempo que iba viendo algunas conexiones entre las ideas que se transmiten des de la mediación y lo que había estudiado sobre Confucio durante la carrera. Mi intuición se empezó a confirmar con la investigación que llevé a cabo a raíz de mi Tesis, a partir de ahí decidí que quería concretar un poco más esta idea con una relectura del libro de «Historia del Pensamiento Chino» de Anne Cheng. De ello, extraje algunas relaciones entre el pensamiento de Confucio y la mediación o cultura de la mediación, que expongo a continuación.

La filosofia confuciana, como cualquier otra, es compleja y sólo recogeré aquí algunos puntos con más o menos conexión entre ellos. Podríamos empezar con la importancia del aprendizaje, que ya nos da una pista de por dónde va el confucianismo cuando se afirma que el aprendizaje se comparte y aprende no «para» los otros sino «de» los otros:

Cuando nos paseamos, por ejemplo tres, cada uno encontrará en el otro un maestro, distinguiendo en él lo bueno para imitarlo y lo malo para corregirse. (Dálogos, VII, 21)

El proceso de mediación es en sí mismo un proceso de aprendizaje, en el que las partes aprenden la una de la otra, escuchan y empiezan a entender cosas que hasta el momento se les habían escapado o pueden entender las experiencias de la otra. Además, también cabe la posibilidad de aprender a comunicarse o adquirir herramientas de comunicación, pues es importante en un proceso de mediación modificar patrones comunicativos que resultan contraproducentes en una relación y, especialmente, en un momento de resolución de conflicto.

La educación sirve, a su turno, para preparar personas (Confucio habla de «hombres,» pero lo obviaremos para la finalidad de este artículo) que puedan servir a la comunidad en el plano político y convertirse en un «hombre de bien» en el plano moral. No ahondaremos en esto porque se desviaría del tema de esta entrada, pero lo que sí es interesante para ésta es que Confucio defiende la jerarquía aplicándole un sentido moral: la responsabilidad de la élite educada (en ese momento eran los únicos que podían acceder a la educación) es gobernar por el bien de los demás.

Esto último es interesante en relación a la mediación porque realmente puede ser una forma de colocar el poder dentro del proceso (trasladándonos a la actualidad y dejando un poco atrás el paternalismo intrínseco en esa afirmación). La diferencia de poder dentro de un proceso de mediación es un tema peliagudo al que dedicaré otra entrada pero, para mí y siguiendo un poco la concepción de las jerarquías de Confucio, es un tema de corresponsabilidad: tanto el que está en el eslabón más alto como el que está en el eslabón más bajo tienen responsabilidades que cumplir. Es decir: el padre tiene  responsabilidades para con el hijo y el hijo para con el padre, así como las tienen el político y el pueblo o el jefe y el empleado.

Si continuamos con la definición de este «hombre [persona] de bien,» en el pensamiento confuciano se parte de una constatación común en otros pensadores: la humanidad es algo que se construye. Y esto se consigue sino en relación a los demás y la búsqueda de una armonía común.

Trasladándonos de nuevo a la mediación, son las partes las que construyen su acuerdo que, habitualmente, está relacionado con su futura convivencia, con la forma en que se relacionarán de la mediación en adelante. Esto partiendo de un equilibrio entre las necesidades de todas las partes, que podríamos nombrar como una «armonía común».

Por otro lado, y relacionado también con el aprendizaje, se considera que cada uno aporta su manera de estar en el mundo y en la comunidad humana, otorgando de nuevos sentidos la tradición colectiva. De la misma forma que en mediación se comparte la experiencia de cada uno en relación al conflicto, ampliando los significados y sentidos de los hechos pasados y se comparten las necesidades propias de cara al futuro.

Así pues, podemos establecer fácilmente relaciones entre la filosofía confuciana y la mediación. En algún momento ahondaré más en la comparativa, quizás también con otras corrientes filosóficas. Muy en resumen, podríamos remarcar la importancia de la cooperación para la consecución de una armonía, afirmación que se puede aplicar tanto a la filosofía confuciana como a la mediación y la cultura de la mediación.

Como he comentado más arriba, esto son sólo algunas pinceladas y no pretendo ni de lejos haber reflejado la filosofía confuciana en toda su profundidad y sentido y os animo a que investiguéis un poco sobre ello. Os dejo una entrevista de diez minutos a un profesor que tuve en el Grado de Estudios de Asia Oriental, el Dr. Sean Valentine Golden,  por si queréis conocer un poco mejor la figura de Confucio de manos de un experto:

1 comentario en “Sobre Mediación y Confucio”

  1. Pingback: Las habilidades del mediador: el desequilibrio de poder – sinomed

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