Hace algún tiempo os hablé de las diferencias entre mediación e interpretación, hoy os quiero hablar de las similitudes que hay entre ambas, incluyendo la traducción. Recientemente he terminado un MOOC de traducción de la Universidad de Cardiff con el que he podido ver que, a nivel teórico, tienen puntos en común. Además, también he podido ver su complementariedad (que no era tan obvia en el caso de la traducción) y la importancia que esta tiene cuando hablamos de mediación intercultural.
Antes de empezar, estaría bien recordar brevemente las diferencias entre los tres términos:
- Mediación: proceso alternativo de resolución de conflictos. El mediador facilita la comunicación entre las partes con el objetivo final que éstas lleguen a un acuerdo
- Traducción: proceso creativo por el cual el traductor traslada un texto de una lengua a otra.
- Interpretación: traducción oral.
Los puntos que comparten a nivel teórico los encontramos en sus principios básicos: neutralidad, imparcialidad y confidencialidad, que se definen como claves para que haya el mejor resultado posible y que todo buen profesional debe respetar. Además, los tres tienen como objetivo facilitar la comunicación (ya sea entre dos partes, entre culturas, entre hablantes de diferentes lenguas…), aunque en el caso de la mediación también hay la parte de resolución de conflictos.
Por otro lado, tenemos el aspecto cultural. En los tres casos fácilmente nos encontraremos con que es necesaria una «traducción cultural», ya sea entre culturas/lenguas o incluso dentro de la misma. Así pues, aunque las tres profesiones sean diferentes, es importante que en ciertas ocasiones se usen al mismo tiempo. Por ejemplo, si mediamos entre un chino y un español y uno de los dos no habla bien el idioma del otro, seguramente vamos a necesitar un intérprete o, si domina bastante el idioma, quizás incluso el mismo mediador podría tener conocimientos del mismo para interpretar en momentos puntuales en que sea necesario. Otro ejemplo sería que el mediador tuviera conocimientos sobre el tema específico, por ejemplo en una mediación en el ámbito de la salud, con tal de poder traducir las palabras técnicas en el caso que una de las partes no esté habituada a la terminología de este ámbito. Así pues, es en este punto dónde mediación e interpretación entran en contacto.
En relación a la traducción, creo que, más allá de la que se pueda realizar en los acuerdos y las actas de mediación, el punto donde se encuentra con la mediación es en relación a la prevención de conflictos. Hay una parte de la mediación intercultural que se dedica a la prevención de conflictos (podéis leer más en esta entrada), y la traducción puede complementar en el sentido que si se traducen leyes, carteles, información al ciudadano, páginas web institucionales… puede prevenir conflictos que se producen, al final, por el desconocimiento.
Para ir cerrando, quiero destacar la importancia de la traducción y la interpretación en relación a la mediación intercultural. En una mediación con partes de diferentes países, regiones, etc. hay muchas posibilidades de que nos encontremos con dos partes que no hablan el mismo idioma, o en el que una de ellas no lo domina del todo bien como para poder defender sus intereses y necesidades. En este punto cuando la traducción y la interpretación son un perfecto complemento de la mediación, aunque no deben definirse como la misma cosa, ya que tienen funciones diferentes y, por tanto, sus profesionales han sido formados y han practicado para realizar distintas tareas. Es decir, no son tan próximas como hermanas, más bien como primas.